Cortamos en trocitos pequeños como unos 200g de fresas y los ponemos en una fuentecilla con las 2 cucharadas de azúcar, para que vayan soltando el jugo.
Cogemos un aro desmoldable y recortamos la plancha de bizcocho a la medida del aro. Ponemos la plancha dentro del aro y encima de la fuente donde vayamos a presentar la tarta.
En un cazo echamos el cava y el agua. Dejamos que hierba unos minutos y pincelamos el bizcocho. Reservamos.
Ponemos a remojar las hojas de gelatina. Mientras, en un cazo calentamos como 4 ó 5 cucharadas de nata, retiramos del fuego y añadimos el queso.
Mezclamos muy bien y le ponemos los azucares y la gelatina. removemos otra vez, hasta que quede como una crema. Batimos las fresas y el jugo, y se lo añadimos y seguimos moviendo. montamos la nata y se la añadimos a la preparación anterior, con cuidado, y con movimientos envolventes.
Vertemos sobre el molde y metemos en la nevera. Cortamos el resto de las fresas por la mitad, y cuando la tarta lleve un ratito en la nevera las colocamos por encima. Dejamos enfriar.
Para hacer la gelatina de cava, ponemos a remojar las hojas de gelatina. Calentamos 1/2 vaso de cava y agregamos las hojas de gelatina mezclamos hasta que se deshagan y vertemos el resto del cava, junto con unas gotas de colorante amarillo.