Los cítricos son una parte básica en la alimentación del día a día. Los más conocidos son, sin duda, la naranja y el limón, pero el mundo de los cítricos tiene mucho que ofrecer, y sus productos pueden incorporarse a una gran multitud de recetas.
Naranja: El género de los cítricos proviene del Asia tropical, y se ha extendido por todo el mundo. La naranja es la reina absoluta de este género, suponiendo las tres cuartas partes de la producción total de cítricos que se mueven en el mercado.
Hay muchos tipos de naranjas, que se clasifican por su calibre, color, sabor o grado de acidez. Algunos de los tipos más populares son:
Todos los tipos de naranja se utilizan en la cocina. Además de en postres como los bizcochos o tartas de naranja, liga muy bien en brochetas de salmón, o como salsa para acompañar las carnes blancas.
Limón: es uno de los cítricos que mayor concentración ácida contiene. Su uso está muy extendido para aliñar una gran cantidad de platos de cocina.
Para emplearlo como parte principal de una receta, está presente en numerosos postres, como en la mousse o el pastel de este cítrico.
También en un postre regional murciano, el paparajote, para el que se emplean las hojas del limonero como ingrediente principal.
En cocina, se puede incorporar en una receta de pudín de aguacate y limón, y como acompañante en muchos platos, como la merluza o el pollo al limón, dándole un toque y sabor característicos a la comida.
Mandarina: es el cítrico que más se parece a la naranja. Su reducido tamaño y propiedades aromáticas hacen que sea perfecto para consumir directamente.
En cuanto a su uso en cocina, sobre todo se usa en zumos y postres.
Me gustó mucho la receta de tarta mousse de mandarina. La haré esta semana.
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