Tarta de Chocolate Blanco

Preparación

• Precalentar el horno a 180º, calor arriba y abajo.
  
  Derretir el chocolate al baño maría o al microondas y dejar templar.
  
  Engrasar dos moldes de 18 cm desmoldables con mantequilla.
  
  Tamizar la harina con la levadura y reservar.
  
  Batir la mantequilla junto con el azúcar hasta que estén integrados, yo he usado un robot de cocina pero se puede hacer a mano.
  
  Incorporar los huevos uno a uno hasta conseguir una mezcla homogénea.Añadir la leche y mezclar.
  
  Añadir la harina con la levadura y mezclar.
  
  Por último incorporamos el chocolate blanco.
  
  Dividir la masa entre los dos moldes. Nos ayudaremos de una báscula de cocina para que ambos tengan la misma cantidad de masa.
  
  Introducir en el horno, en la zona central durante 25-30 minutos, o hasta que al introducir una brocheta esta salga limpia.
  
  Desmoldar cuando el bizcocho esté templado y dejar que terminen de enfriar por completo sobre una rejilla.
• Vamos a preparar la crema de mantequilla y chocolate blanco:
  
  Derretimos el chocolate blanco al baño maría o en el microondas. Dejar que se temple.
  Mientras vamos a preparar la crema de mantequilla.
  
  Tamizar el azúcar y colocar en un bol junto con la mantequilla que estará a temperatura ambiente.
  Batimos a máxima velocidad durante 5 minutos o hasta que la mezcla doble su volumen.
  Incorporamos el chocolate blanco que ya estará templado y volvemos a batir durante 2 minutos más.
• Montaje de la tarta:
  
  Igualamos los dos bizcochos con la ayuda de una lira para que estén a la misma altura.
  
  Recortamos un cartón del mismo diámetro de los bizcochos, y lo pegamos al cartón con un poco de la crema.
  
  Aplicamos una capa de relleno de medio centímetro de grosor ( a nosotras nos quedo más fino pero lo ideal es que sea de ese grosor).
  
  Colocamos encima el otro bizcocho y cubrimos con una fina capa de crema, el "sujetamigas", por los laterales y la parte superior de la tarta.
• Introducimos en la nevera durante unos 30 minutos.Pasado este tiempo sacamos de la nevera y la cubrimos con una nueva capa, un poco más gruesa.
  
  Rellenamos la manga pastelera y la decoramos.
  Comenzamos por el lateral, de abajo hacia arriba, en linea recta. Luego la parte de arriba, empezando con un punto en el centro y seguimos en espiral.